Pep Guardiola se ha cansado de esperar los fichajes ansiados que refuercen una plantilla extremadamente corta. El entrenador aprovechó la reunión de ayer para empezar a tratar su renovación para pedirle a Txiki Begiristain los fichajes de Dimitri Chygrynskiy (Shakhtar) y de Juan Mata (Valencia). El central ucraniano podría aportar mucha experiencia al eje de la zaga, mientras que el mediapunta burgalés es la opción preferida para dar descanso a Henry. Para renovar, Guardiola pretende más poder de decisión en el futuro en el asunto de los fichajes, y también responsabilidad en la gestión de la cantera.
Guardiola está enfrentado de manera privada con Joan Laporta. El preparador mantiene una fría relación. El técnico esté esperando a ver qué sucede en las elecciones de la próxima primavera para decidir su futuro. En círculos íntimos, Guardiola ha comunicado su intención inicial de irse, duda ampliar su contrato y sólo la llegada de Sandro Rosell al trono podría hacerle cambiar de idea: si no es así, el ex capitán del Barça finalizaría su relación como preparador del equipo el próximo 30 de junio.
La alineación del Gamper, plagada de suplentes y canteranos, fue un desafío de Guardiola. Carles Puyol apenas estuvo media hora en el campo. El entrenador lleva meses aguardando los fichajes, pero no le trajeron nada de lo que él pidió de manera explícita. La cuerta se ha tensado a diez días del arranque liguero.
El Barça pagó 53,5 millones de euros por nada
En los dos veranos que Guardiola lleva como entrenador ha tenido que lidiar con cuatro fichajes que no han rendido al nivel que pretendía la secretaria técnica. Son: Cáceres, Hleb, Henrique. Además este verano ha fichado a Keirrison, al que no pidió el entrenador. Entre los cuatro, el club se gastó 53,5 millones de euros, aunque la cifra habría podido ascender a 60 si se hubieran quedado, ya que la diferencia son los variables que el club se ahorrará. Cáceres (16,5 millones) ya está cedido en la Juve, Hleb (15 millones) volvió al Stuttgart, también cedido, Keirrison (14 kilos) ni siquiera fue presentado, ya que se fue cedido al Benfica. Igual que Henrique (8 millones) que al aterrizar la campaña pasada, voló hasta Leverkusen para regresar en ésta y encontrarse con que Pep cuenta más con Fontàs.
Guardiola está enfrentado de manera privada con Joan Laporta. El preparador mantiene una fría relación. El técnico esté esperando a ver qué sucede en las elecciones de la próxima primavera para decidir su futuro. En círculos íntimos, Guardiola ha comunicado su intención inicial de irse, duda ampliar su contrato y sólo la llegada de Sandro Rosell al trono podría hacerle cambiar de idea: si no es así, el ex capitán del Barça finalizaría su relación como preparador del equipo el próximo 30 de junio.
La alineación del Gamper, plagada de suplentes y canteranos, fue un desafío de Guardiola. Carles Puyol apenas estuvo media hora en el campo. El entrenador lleva meses aguardando los fichajes, pero no le trajeron nada de lo que él pidió de manera explícita. La cuerta se ha tensado a diez días del arranque liguero.
El Barça pagó 53,5 millones de euros por nada
En los dos veranos que Guardiola lleva como entrenador ha tenido que lidiar con cuatro fichajes que no han rendido al nivel que pretendía la secretaria técnica. Son: Cáceres, Hleb, Henrique. Además este verano ha fichado a Keirrison, al que no pidió el entrenador. Entre los cuatro, el club se gastó 53,5 millones de euros, aunque la cifra habría podido ascender a 60 si se hubieran quedado, ya que la diferencia son los variables que el club se ahorrará. Cáceres (16,5 millones) ya está cedido en la Juve, Hleb (15 millones) volvió al Stuttgart, también cedido, Keirrison (14 kilos) ni siquiera fue presentado, ya que se fue cedido al Benfica. Igual que Henrique (8 millones) que al aterrizar la campaña pasada, voló hasta Leverkusen para regresar en ésta y encontrarse con que Pep cuenta más con Fontàs.
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